diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90

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Querida Cecilia

Querido libro, de Cecilia Pavón, Rosario, Ediciones Neutrinos, 2018.

 

primavera

estos últimos días estuve leyendo tu libro, el que salió editado por Neutrinos en el 2018, cuando no sabíamos que todo esto iba a pasar. Ahora que volví de hacer ejercicio en un baldío donde no va nadie tomo tu libro en mis manos y le digo querido libro, voy a escribirte una carta después de leerte y se la mandaré a Cecilia.

Hay un poema de Mariano muy hermoso que termina más o menos con estos versos “la poesía lo que se dice la poesía,/ solo existe cuando te falta algo/ o cuando algo se te está por escapar”… me gusta esa manera de nombrarla, corte definición. Te cuento esto, porque tu libro tiene muchas de estas “definiciones” que me encantaron o por lo menos me dejaron en ese estado de incertidumbre que me deja la poesía… “una vez, hace cinco años, escribí un poema/ que las estrellas estaban llenas de emoción;/ hoy consolé a mi hijo que lloraba/ y pensé que toda la poesía estaba hecha de agua”… “la poesía tiene que hablar de la realidad/ tiene que hablar de lo que me pasa.”… “te dije por whatsapp que imaginaras por un segundo/ que la poesía era algo inhumano”… (hay muchas más).

Te cuento que también leí el libro como un mail, como si fuera un gran mensaje que le mandaste a alguien, a Camilo… creo que eso surgió en principio un poco como un ejercicio; transcribí algunos poemas juntando los versos como en la prosa, pero después me di cuenta de que hay algo en el aspecto formal de los poemas que te hace pensar en una carta. Los nombres de los poemas, el diálogo, las preguntas que se formulan para el otro, lo confesional, los secretos, recuerdos de canciones, paseos y todos los lugares en donde nombrás la poesía. Eso me parece muy poderoso Cecilia, y siento que es algo que recorre toda tu poesía y que en este libro está mucho más presente. La manera en que cuestionás lo que escribís, el diálogo que establecés sobre la posible existencia de ese libro y de cómo impactaría su lectura, el ida y vuelta que establecés con él, como le vas contando su composición, su forma; todo eso me permitió conectar de otra manera con los poemas, como pidiendo relectura, pensamiento, relajación.

 

Es malísimo lo que estoy escribiendo,


no creas que no me doy cuenta

y todos los audios de whatsapp que te mando

que no son nada

todo porque durante tres días en Santiago

sentí que un hombre –vos–

me trataba bien.

En realidad me odio a mí misma y odio a las mujeres

que siempre están buscando un hombre

fuerte que las salve y las proteja.

Hoy me desperté a las cinco,

me hice un café

y me vine a la computadora

a escribir este texto malísimo.

Pienso que soy una escritora tan simple

que siempre voy a ser una escritora amateur

que solo puede contar lo que le pasa,

es decir, nunca seré una observadora abstracta del mundo,

ni podré estar por encima de mis circunstancias

(mis circunstancias ahora son estar discutiendo esto con vos,

es decir, estar hablando de feminismo con un hombre).

Pero también pienso que vivir así es destilar

un veneno dulce

como si mis dedos,

mis brazos,

mi pecho

y todo mi cuerpo

estuviesen hechos de la carne de alguna flor

que cuando apretás

y apretás

en un mortero

desprende una esencia.

Quizás esa sea una buena metáfora

del amor heterosexual:

los hombres extrayendo

todo de las mujeres

el arte extrayendo

todo de las mujeres

el mundo extrayendo

todo de las mujeres

y así.

 

 

 

verano

Como el libro está dividido en primavera, verano, otoño, pensé en escribirte de esa manera. El último verano no hice mucho más que tomar birra y acostarme en el suelo con el perro y el gato. Cumplí con ciertos rituales que tengo todos los comienzos de año, como escribir un poema el primero de enero, dormir en el patio alguna vez, andar descalzo todo el tiempo que esté en la casa (a menos que haga frío), no sé, boludeces.

En realidad quiero decirte que los poemas de esta parte me llenaron de ilusión o de algo que llamo ilusión pero que capaz no es eso, y que tiene que ver con la multiplicidad de maneras diferentes de percibir la poesía y de compartirla. Poemas astrales, futuristas, conversacionales, ¿sociológicos? por mail, por whatsapp, ¿el lenguaje en plena adaptación o el poema en plena adaptación, o vos y Camilo en plena adaptación, o todo eso junto, o el libro en plena adaptación? Ahhh, tus poemas me cuestionan Cecilia, o por lo menos a mis ideas, gracias por eso…

Me gustaron mucho la cantidad de versos que son preguntas en esta parte, como si el verano, esa estación de sol y silencio se llenara de confusión.

Poemas de verano en el invierno de pandemia

preguntas a poemas

¡qué felicidad! La poesía lo más lindo que existe.

 

Hola… hola, ¿estás ahí? ¿Quién sos?



¿Quién sos?

¿Sos Camilo?

¿Sos un poeta que conocí en Santiago o alguien que inventé?

Yo soy Inés

y acabo de llegar a este mundo.

Estuve navegando por el mar violeta y naranja del trance y la inspiración,

acabo de googlear tu nombre

y vi que significa rico en gloria.

Mi nombre viene de una mártir romana

a quien le quisieron cortar la cabeza tres veces

y sobrevivió.

Es sábado a la noche y estoy sola en mi estudio que está

junto a la cocina

tomando un fernet con jugo de arándanos,

te lo cuento por si querías saber,

más temprano salí a la calle

y los colores de ese mar del que te hablé recién

estaban en el cielo.

Ayer un amigo que estaba borracho me contó

la misma anécdota por quinta vez

y no me enojé…

Y sí, yo siento que este poema ya te lo he mandado

muchas veces,

es siempre el mismo poema que te mando,

el mismo poema que te mando,

el mismo poema que te mando,

el mismo poema que te mando.

¿Te conté que el otro día escuché la canción “Sound and Vision” 23 veces?

Sí, 23 veces,

las conté.

Pienso que escuchar canciones en youtube fumando cigarrillos virginia slim (los finitos) es parte de mi obra.

¿Vos también escuchás las canciones que te gustan decenas de veces?

No sé por qué te estoy contando todas estas cosas si apenas te conozco

(una vez cenamos en un restorán).

Sos alguien que me dijo “sí”

cuando le dije que escribiéramos juntos un libro

y eso me encantó porque soy de naturaleza optimista.

Ahora pienso decenas de comienzos para ese libro, como este mismo,

y como los otros comienzos que ya te envié.

¡Ah, la poesía! es lo más lindo que existe.

¿Sabías que los pintores griegos solo pintaban con cuatro colores?

Mis poemas son de ese estilo,

están hechos con cosas muy simples.

No sé qué sentirás al leer esto

pero al menos espero

o creo

o estoy segura

de que vas a sonreír

 

otoño

Dicen que es la estación más preferida… Nací en otoño y no sé si prefiero una estación, ¿vos qué onda, preferís alguna?

Acá dejaste solo un poema ¿es que no escribiste más?

 

¿Era Emily Dickinson la de la foto de tu instagram?



Ojalá sigamos con los poemas.

Siempre pienso que es mejor escribir poemas que otra cosa

que en enero estaba conectada con la poesía y estaba

inspirada

y era feliz.

Porque no era un mail cualquiera

no era un whatsapp cualquiera

era uno con un poema

y eso era algo especial...

aunque fuera ridículo.

Y ahora enero se fue, se fue el verano, llegó el otoño,

los poemas con mails desaparecieron.

Debe ser culpa de las estaciones que el arte

un día se quiebra,

quizás la poesía ya haya desaparecido hace millones de años…

Ahora que lo pienso es mejor verlo así.

Que fueron palabras de humo y aire

palabras de humo y aire.

Si pienso eso vuelvo a ser feliz.

 

 

Bueno, eso nomás, y que andes bien, siempre me acuerdo de las clases y de tu taller que me encantó, me parece que sos una muy buena tallerista y recomiendo tu taller cuando me preguntan por talleres, de ahí salió el poecia, ¿te acordás? Me acuerdo que fue algo para hacer que nos pediste y que a la otra semana volví con el tatuaje y la foto del graffiti… qué loco todo eso, siempre me acuerdo que fue un ejercicio pero nunca me acuerdo de la consigna…

Eso Cecilia, me encantó el libro, re lindo…

Que andes bien, abrazos y besos, cariños por allá...

 

 

(Actualización septiembre-octubre 2020/ BazarAmericano)

 

 




9 de julio 5769 - Mar del Plata - Buenos Aires
ISSN 2314-1646