diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90
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Una vida en presente, de Paula Puebla, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 17grises editora, 2018
Una mujer de algo más de treinta años permuta su cuerpo a cambio de un departamento y mucha plata. Los tipos con los que trabaja son abogados ricos, doble apellido, corruptos y un psicólogo que usa, además de ansiolíticos, su pija como terapia. A María le preocupa el afuera, el tiempo en su piel, la angustia la vejez porque, dice, es el límite entre la belleza y la monstruosidad. Describe minuciosamente la ropa que usa, los espacios que recorre y las escenografías donde coge. Una piecita separada con durlok, la transformación de su casa cuando llegan las sobrinas, la mansión de su hermana Julia, los hábitos de su gata Beba, aquel bar en que su psicólogo la apuñala con la frase-dinamita “brindemos por nuestra amistad”. Ella le cobra a todos menos a él porque este se transformó en la medida de su tiempo.
María parece ser el reverso de Julia, una hermana que “no concibe el mundo fuera de su criterio uterino”. Julia cuida de todas y sabe lo que necesitan antes de que se lo pidan. Su esposo, Guillermo, es un baboso manipulador. Cata y Hele, hijas de Julia, son, en el universo de María, el único acercamiento a la infancia y el cuidado.
En su rutina, cada día le pertenece a alguien, pero decide viajar con las mellizas a Barcelona, lugar adonde fue con su mamá, a quien dice extrañar pero apenas recuerda. María escucha que el pasado es el mismo pero los recuerdos se eligen y nunca son dos veces los mismos.
La maternidad circula por Una vida en presente como un proyecto de las otras porque, preguntar a María sobre eso es “arrojar un adoquín contra los vidrios de su vida”. Una, metonímicamente, es “la madre de Bautista”, que quiso ser bailarina pero se embarazó. Otra, la esposa de su peor trabajo, está embarazada y sabrá sobre él en un mensaje que llegará cuando ya haya pasado todo.
Si el futuro es lo que está detrás, en nuestra espalda, porque no lo vemos y el pasado es hacia adelante, Una vida en presente narra escotes, arrugas y pliegues en un cuerpo que tiene la esperanza de vivir “sin persecuciones ni consecuencias”, en la potencia de un espacio donde, dice María, los recuerdos y los sueños tengan el mismo aroma.
(Actualización marzo-abril 2020/ BazarAmericano)