diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90
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1. Millas.
Desajuste. Tocas una pieza del libro, se encienden y marchan versos que estaban quietos bajo una lona verde. Paras en una estrofa y surgen personajes de caricatura que pensabas en un cuarto lleno de thinner. Freidemberg lo describe así, en el “Prólogo”:
“Extrañeza” es la palabra clave, más que cualquier otra, para dar cuenta de la poesía de Rae Armantrout, no sólo porque es la actitud de la que esa escritura surge sino porque, además, e ineludiblemente, hay que leerla extrañado, desconcertado incluso. Requiere lectores desprotegidos, lectores inseguros, y no habrá posibilidad de leerla si no se parte de suponer, o de intentarlo al menos, que no hay nada previo a la lectura, nada
acordado ni consensuado, nada que dar por cierto. Ni siquiera el sentido de las palabras: qué dicen o qué quieren decir es algo que no está claro del todo. Es como si ese “querer decir”, ese “significar” fuera siempre provisorio, estuviera más insinuándose que revelándose, o haciéndose todo el tiempo, dándose a diversas posibilidades.
Cualquier intento de diálogo con los textos de Armantrout se enriquece con obstáculos y dificultades. Una pequeña excursión organizada por la Agencia Kafka. Retrasos, explicaciones alrededor de una señal de tránsito, párrafos sobre la conveniencia de usar los kilómetros o las millas como unidad de medida. Una aplicación de subtítulos desquiciada que nunca sincroniza con las palabras de los actores.
Conocemos la historia.
Ella
vuelve y descubre que su rastro
ha sido devorado por las aves.
Los años; la
maleza.
[“Generación”]
¿Un comentario, una glosa, una recreación irónica del cuento de “Hansel y Gretel”? ¿La invención del hambre como la nombra Armantrout en “Historia natural”? Porque ese es el tema central del cuento ¿no? El asesinato y la orfandad se deben a la falta de alimentos. Una familia que no encuentra el sustento y debe actuar. Para la madrastra es más práctico que sobrevivan los adultos, para ella es preferible hacer del pasado una maleza a convertir el presente en una llanura de faltantes.
2. Imaginaba tragedias.
Malos entendidos. El exceso o la carencia de signos en la comunicación con Armantrout crea fisuras. Dimensiones espaciales y temporales en las que uno cae sin utensilios de explorador.
Desde los primeros poemas me abandoné a la multitud de voces, personas y espíritus de Necromancia.
De niño mi abuela me cuidaba en su casa. Por las noches mis padres pasaban por mí. Cuando se hacía tarde imaginaba tragedias, accidentes que me dejarían huérfano. De adulto esas desventuras ficticias abarcan un círculo sentimental más amplio y son sustituidas por órdenes reales de embargo, por malos diagnósticos médicos.
Cuando su esposo llegaba tarde, ella se lo imaginaba muerto. Ahora que tenía un hijo, temía que pudiera ser asesinado en la autopista.
[“Narración”]
3. Sí, tu niñez, ya fábula de fuentes.
La decisión de colocar las películas familiares en el cajón de guiones para hacer un documental o ciencia ficción. La extrañeza al dudar si uno es la persona que pasea en cierta toma de google maps. La confusión al creer en un vaticinio a través de la interpretación de pixeles.
Un hombre en
la clínica de ojos
frotándose
su ojo —
de un modo demasiado convincente. Como
la memoria.
La casa de los vecinos de mis padres,
a contraluz,
al final de la calle.]
[“Postales”]
4. Consejo de revista del corazón.
Cuando entres a la casa de una persona que apenas conoces haz un inventario de los objetos que tiene colgados en las paredes. Si ha escrito o pintado algo no le preguntes qué significa. Investiga y en la siguiente cita, ¡sorpréndelo!
De joven, él dibujó el clima y lo pegó
en las paredes.
[“Ficción”]
5. Lee decálogos en la sección de salchichonería.
Escribe como si fueras el encargado de una estación de metro, Por su seguridad no se recargue en las puertas. Como si fueras el redactor de un canal de espectáculos, Cristina estalló contra su hermana en la gala de anoche. Como si los únicos vestigios de nuestra civilización fueran las galletas de la fortuna, El hombre de tu vida tendrá el apellido de un presidente brasileño. Como gerente de banco, Por medio del presente y en alcance a su propio del día miércoles, me permito saludarlo.
La ventriloquía
es la lengua madre.
[“Atención”]
6. Las líneas y los pliegues.
En Armantrout el control de los materiales (expresiones sueltas, citas, aforismos, restos de conversaciones) es de un gran rigor formal y rítmico. Logra desconcierto y humor al cortar o arrancar su dicción en sitios que ignoran las líneas punteadas y los pliegues. Finales abruptos y cambios de dirección. Irrumpe con discursos que por momentos se complementan o que trazan situaciones alternas. Una superposición de elementos que proponen un rompecabezas con orillas que se cambian conforme unimos las piezas.
La obra de Armantrout, láminas de anatomía que se modifican con cada descubrimiento clínico. Gráficas sociopolíticas sensibles a la actividad de la superficie del sol. Tarjetas de un cómico que no se atreve a presentar su propio monólogo.
Cuando un perro es usado
para representar nuestro
interior, tengo que preguntar,
“De qué tipo de perro hablamos?”
[“Mi problema”]
7. Las más importantes tradiciones retóricas
La obra del más célebre economista del siglo XXII comienza con la descripción de una famosa caricatura. Este hecho desconcertó a varios académicos que en sus primeras reseñas tildaron a la obra de ser “una muestra del cinismo y la informalidad de las nuevos investigadores que ignoran o pretenden ignorar el esplendor de los antiguos maestros”. La fuente principal de dicho texto es Armantrout:
Algunos chicos en los dibujos animados
miran dibujos animados
en una pequeña
TV blanco y negro
donde una pareja
de dibujos animados en una sitcom
se acerca a una puerta
donde puede leerse
“No existe!”
[“En curso”]
8. La certeza son los lugares que tachamos en los mapas.
Los sitios que demolieron. Las escuelas que ahora son una planta de asfalto. Los parques convertidos en gasolineras. Los cines donde viste aventuras galácticas y ahora son un estacionamiento con 30 niveles.
Uno está convencido
de que ella está en la cama
o en la habitación de hospital
equivocada
o de que esto no es
una habitación
en absoluto, que esto
no es un hospital.
[“Entero”]
9. Desde el día uno el Espíritu Santo utiliza papel carbón.
“A imagen y semejanza” es la frase publicitaria de la primera máquina de clonación del universo. Los profetas acuñaron la promoción del “2X1”. La primera tienda departamental fue bautizada “Caos y tinieblas”.
La biblia, el más completo manual de mercadotécnica, el primer método para aprender idiomas.
Qué pasaría si el único mensaje de Dios
fuera “Repita conmigo”?
[“Al revés”]
10. Paridad de calcetines.
El día que te descubres el adulto más conservador del barrio ¿desayunas tu plato de cereal tranquilamente? ¿Intentas algún gesto de rebeldía? ¿Colocas los desechos orgánicos en el bote gris de basura? ¿Cambias tus posters de guerrilleros por los afiches de los activistas cibernéticos? ¿Desprecias la paridad de tus calcetines? Lo más sensato, sin embargo, es analizar el descubrimiento recostado en la sala.
Esa mañana se quedó dormido en el sofá, o eso pareció, todo el tiempo se despertaba riéndose solo, una vez dijo, “¡Pelo naranja! ¡Pelo naranja es pelo de orangután!”
[“Más allá”]
11. Podrás encontrarme en la Hemeroteca Nacional de las 9 a las 18 hrs.
Al cumplir 50 escribiré la historia de mi país con los titulares de los diarios deportivos y de nota roja. Ya tengo el título:
“Los acontecimientos que se recuerdan
incluyen incendios famosos “.
["Hablando"]
12. Un pez de origami.
La pregunta número ocho del cuestionario sobre divorcio: ¿Antes o durante la separación usted le obsequió algo a su expareja?
Si la respuesta es No, pase a la siguiente pregunta.
Si la respuesta es No lo recuerdo, lea el apartado número 4. Consejo de revista del corazón.
Si la respuesta es Sí, lea y medite el siguiente texto durante nueve minutos.
Una mujer me escribe para preguntar
hace cuánto tiempo estoy
con mi apocalipsis.
Qué me vas a dar
si te lo digo?
Un pez de origami
hecho con un billete de un dólar.
Después del apocalipsis,
todos vamos a estar en una banda.
Vamos a entendernos
perfectamente.
[“Mi apocalipsis”]
Si la respuesta es Nunca me he divorciado, imagine qué haría usted con una colección de animales hechos con billetes de dólar.
13. Nueva Tokio.
Ciudad del futuro
en que cada escalera de una estación de subte
va a dar a la planta baja
de un casino/
centro comercial
[“Intercambio”]
En esa ciudad alguien podría llamarse Gretel y tener un hermano. Estar perdida en esas escaleras o trabajar limpiándolas en el último turno. Ser una empleada que observa cómo los clientes suben a sus casas agotados luego de jugar o terminar sus ahorros. Ser una persona que imagina que la historia está hecha de maleza y de hambre. Ser una mujer que aún deja migajas de pan con el propósito de volver.
(Actualización noviembre 2015 – febrero 2016/ BazarAmericano)