diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90

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Multiforme, heteróclito, poético

Ernesto Guevara quiere ser Papá Noel y otros papeles, de Omar Chauvié, Bahía Blanca, 17 grises, 2010.

1.

Son dos íconos (incluso dos íconos pop, si pensamos en la imagen de la remera multiplicada al infinito y en el Papá Noel entre risueño y canchero de Coca Cola). Dos íconos, entonces, el Che y Papá Noel, en apariencia opuestos, lejanos. Inverosímil sería imaginarlos unidos, compartiendo algo (en particular si ahora dejamos de lado los íconos pop y los pensamos políticamente: comunismo guevariano vs. capitalismo navideño –que eso es lo que va quedando del señor regalero: es el que reparte las mercancías, los objetos de consumo). Pero Chauvié se las ingenia y escribe un poema para unirlos: "Ernesto Guevara quiere ser Papá Noel”.

2.

El villancico que abre “Ernesto Guevara…” no predica una noche de paz y de amor, como cantan en las películas, sino que es más bien una elegía, un lamento guevariano: “me hubiera gustado llegar a viejo […] / cruzar la noche en trineo / esquivar estrellas / como antes en la gilera”. Este Guevara imposible que construye el poema cae de la figura épico-mítica hasta la dimensión aparente de un deseo casi infantil: convertirse en la figura admirada de Santa Claus, pero no uno inocente, sino un Santa que encarna y resume, simbólicamente, algunas figuraciones del comunismo: el rojo encarnado de su ropa, el reparto justo e igualitario de bienes entre todos los hombres: “hay que reconocerlo / de acá arriba / todos los hombres, al menos desde acá arriba, / son iguales”.

3.

El tono paródico recorre todo el libro, tanto la primera parte como la segunda, “Hinchada de metegol”. No sólo el Che y Papá Noel aparecen parodiados, sino también ciertas escenas de la literatura, como el clásico duelo de la gauchesca –esta vez duelo Papá Noel original vs. Papá Noel-Guevara: “limpia el facón en la nieve / y lo encara / tiene los nervios crispados / cierra los puños / una expresión feroz lo transforma en otro / en un desconocido / papá noel sabe que ahora / es otro / (más malo, no tan boludo)”. Como el negro en el cuento “El fin”, de Borges, Papá Noel se transforma en un ente vengador, en el otro.

La segunda parte del libro, “Hinchada de metegol”, es una versión ampliada de la plaqueta publicada por Vox en 1998. También está recorrida por el tono paródico, por los juegos de lenguaje y cierto tono irreverente. Su principal marca tal vez sea ese ir y venir desde la “alta cultura” hacia la cultura popular y viceversa. La parodia, los juegos de lenguaje y el tono humorístico se conjugan en breves poemas, como “a matsuo basho que lo mira por tv”, en el que se forma una especie de haiku a partir del juego fónico y semántico con los nombres de ciertos jugadores de fútbol: “zubel día / manso, / cárdenas flores”. De este caso, que correspondería al movimiento que podríamos identificar como “de-la-cultura-popular-a-la-alta” (el fútbol en formato haiku), pasamos, en la página siguiente, a “la academia”, que presentaría el movimiento inverso: es el nombre de Baudelaire el que se escande en formato cántico de hinchada de fútbol: “bau / de / lai / re / bau / de / lai / re / te vinimos a ver…”.

“Hinchada de metegol” se vale, parafraseando a Saussure, de un lenguaje “multiforme y heteróclito”, que entremezcla los términos o ritmos más futboleros con la presencia de escritores como T. S. Eliot, Dylan Thomas o Edgar Allan Poe. Este cúmulo referencial abre el juego constantemente hacia otras lecturas, a veces no sólo a través de la referencia directa (los escritores antes mencionados o un epígrafe de Celedonio Flores o Vallejo) sino también a partir de la imitación paródica de ciertos textos, ciertos versos, como los iniciales y famosos de la “Sonatina” de Rubén Darío, parodiada en “C.A.Teru-teru”: “la tribuna está triste / qué tendrá la tribuna”.

Tal modalidad de la referencia intertextual, irreverente, paródica, humorística, es bien propia de la poesía de las últimas décadas en Argentina y es una línea que ha sido cultivada por Chauvié en otro de sus poemarios, El ABC de Pastrana. Quizá allí, en ese libro, se esconde el fondo de la poética de Chauvié: “Poesía es todo”, dice Pastrana –y hace Chauvié: el ritmo de la hinchada de fútbol, el doblaje de las películas o hasta los errores tipográficos: “y AHORA ES LA MUERTE EL ´` ÚNICO TEMA QUE / TENGO Y NO ME SALE”.

En 1926, César Vallejo, en un texto llamado “Poesía nueva”, proponía que “Los materiales artísticos que ofrece la vida moderna han de ser asimilados por el espíritu y convertidos en sensibilidad”. Acaso se trate, la poética chauviniana, exactamente de eso: de la búsqueda de una nueva (o una propia, podríamos decir, para eludir el asunto de la “novedad”) sensibilidad, que incorpore, acumule y transforme omnívoramente todos los materiales posibles en poesía.

4.

Para terminar, el comienzo: el primer poema de Ernesto Guevara quiere ser Papá Noel y otros papeles se abre con una dedicatoria: “a mi abuela, para quien, extrañamente a mis oídos, papá noel siempre se llamó santa claus”. Todo libro de poemas genera su propio lenguaje, con sus reglas, particularidades, cadencias y ritmos. En este caso, los poemas parecen funcionar como pequeños campos de batalla del lenguaje. Como el de la abuela –cruzado por la extranjería de la denominación “santa claus”–, así, en Ernesto Guevara… los distintos tonos poéticos se entrecruzan, friccionan y alteran mutuamente, desde los cantitos tribuneros hasta los tonos más líricos del final del libro (“esa sombra grave que se extiende / a cada paso / me pertenece / también el frío consuelo / de que alguien apague la luz”), desde el epígrafe de Vallejo (“¡tú no tienes Marías que se van!”) hasta la puteada más llana (en el mismo poema, “diosylaputaqueteparió”). Lo que se construye es un lenguaje radicalmente divergente y tensionado que, pese a reproducir los términos más llanos del habla popular, genera un extrañamiento, se desnaturaliza (en fin, se poetiza), creando uno nuevo, acaso algo irreal. Como una hinchada de metegol.

 

(Actualización agosto-septiembre 2010/ BazarAmericano)




9 de julio 5769 - Mar del Plata - Buenos Aires
ISSN 2314-1646