diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90

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Larisa Cumin

Una selva de raíces vivas
Reportaje a Wilson Alves-Bezerra

La editorial brasileña Iluminuras publicó a fines del año pasado Sou uma selva de raízes vivas (São Paulo: 2020), la primera antología de Alfonsina Storni en portugués. La edición es bilingüe, incluye 50 poemas de la poeta y un extenso estudio bibliográfico que recupera sus raíces suizas. La selección, traducción y notas fueron realizadas por Wilson Alves-Bezerra, escritor, traductor, crítico literario y profesor de literatura en Brasil.

En un sobre blanco con sello postal de São Carlos los poemas de Alfonsina viajaron hasta Mar del Plata en plena pandemia y yo volví después de mucho a leerla, pero renovada.

Me acordé entonces de que hace como diez años después de un día de lluvia me encontré en Santa Fe libros tirados en una caja, entre ellos una edición de Ocre que todavía guardo. Es un libro ocre, con olor a viejo y ajado. Y esa fue la primera vez que leí un libro entero de la poeta y no solo poemas sueltos por ahí.

Ahora, leer a Alfonsina en portugués me hizo leerla de nuevo, no sólo porque hacía tiempo no me detenía en su poesía, sino porque encontré en esta lengua una nueva Alfonsina, un nuevo sonido. Como si el portugués le devolviera algo que el paso del tiempo en español le hubiera quitado. Y las traducciones de Wilson lograran su cometido, abrir, realzar lo erótico, desencorcetar. Dice él en sus notas de traducción: “En cuanto a las rimas, tan presentes en Storni, incluso bajo la forma “martilleante”, opté por suavizarlas, es decir, mantengo las asonancias, mantengo unas pocas rimas, pero no me inclino por el esquema rígido que, muchas veces, Alfonsina se impuso.”

El libro es una belleza, desde su tapa, su título, la selección, las notas tan claras de traducción y el estudio biográfico que se encuentra al final del libro donde Wilson se interroga por el país de Alfonsina y ahonda en sus orígenes suizos y su condición de extranjera. Dato que pareciera haber pasado de soslayo hasta ahora y que también me aportó en su lectura una nueva mirada sobre Alfonsina. Como perlita rescato que aparecen allí citados unos fragmentos donde la poeta narra dos experiencias iniciales de lectura que son increíbles y dan cuenta anticipadamente de su ingenio, su deseo por los libros y de su modo de moverse en un mundo con trabas y burlas.

Hace unos días envié a Wilson estas preguntas que respondió de manera brillante y que contagian ganas de seguir leyendo poesía en clave continental, más allá de las fronteras de la lengua:

 

Larisa Cumin: Me quedó sonando mucho el título Soy una selva de raíces vivas, ¿cómo fue que llegaste a elegir ese verso para llamar al libro?

Wilson Alves-Bezerra: Tu pregunta me permite dar un paso atrás: este libro se realizó con una beca de residencia traductoria de la Fundación Pro Helvetia y de la Casa del Traductor Looren, en Suiza. Estuve todo un mes –febrero de 2020– inmerso en el universo de la poeta, en un pueblo llamado Wernetshausen, en la Suiza alemana. Además de traducir su poesía, me tocaba la tarea de presentarla al público brasileño, pues no hay otro libro suyo circulando en lengua portuguesa en mi país. Así, toda la edición tiene ese carácter de estreno: el ensayo biográfico, una antología de poemas de todos sus libros. Cuando ya estaba trabajando en la traducción, el libro no tenía título definitivo, hasta que topé con ese verso del poema “Un sol”. Era brillante, sintético, definitivo: era el nombre para el libro, pero también una manera de presentar a Alfonsina por sus proprias palabras. El título se me impuso.

LC: Contás en los estudios biográficos, que la obra de Alfonsina se leyó en Brasil hacia los inicios del siglo XX cuando Lobato -figura influyente en el campo literario del momento- publica en español un soneto convencional en la Revista do Brasil y le hace una crítica deslucida, y remarca -como varios hombres lo han hecho- su “despreocupación por los preconceptos de la escuela”. Podríamos decir que trunca ahí toda posibilidad de lectura o difusión de su obra, la poda, ya que hablábamos de selvas y raíces. Susan Bassnett piensa al artista traductor como aquel que trasplanta y hace germinar una semilla en un nuevo espacio ¿Cómo creés que podrá ser leída Alfonsina ahora luego de esta edición en el Brasil actual? ¿O qué deseas que suceda?

WAB: Con la llegada del libro Irremediablemente a Brasil, por manos y recomendación de Horacio Quiroga a Monteiro Lobato, entonces director y dueño de la prestigiosa Revista do Brasil, surgió la primera oportunidad de lectura y recepción de la obra de Storni en Brasil. Sin embargo, como dijiste, los prejuicios pudieron más: la reseña de Lobato fue muy reticente y él no tuvo ningún otro gesto de difusión. Subrayo este aspecto porque Lobato, en la época, tenía poder y conexiones para traducir y publicar los escritores que le parecieran merecedores de esa distinción. Eso pasó con Quiroga, que tuvo cuatro libros reseñados en dicha revista y su cuento “Una estación de amor” publicado, además de diversos cuentos publicados en otras revistas a lo largo de los años veinte. Sin embargo, el gesto de indiferencia del señor Lobato es un síntoma de su época: no creo que hubiera ambiente para una obra osada como la de Storni en aquel momento. Su poesía llegó a otros críticos influyentes, como Tristão de Athayde, que igualmente dijo, en 1925, lo “poco saludable” que era la obra de Storni. Además, ni las poetas que había acá, lograron organizarse y hacer circular una poesía disidente: quien más cerca llegó de eso fue la poeta Gilka Machado (1894-1980), pero con una difusión muy difícil y trabada por el moralismo local. Lo que queda más difícil de explicar es la ausencia de ediciones contemporáneas de su poesía. Hablando del presente, mi objetivo es que la obra de Alfonsina finalmente se difunda por acá, porque hay un diálogo interesante en su poesía con las muchas poetas que publican por acá contemporáneamente. Con toda la revalorización en los últimos años de la obra de Hilda Hilst (1930-2004) y el rescate de otras poetas, es importante ampliar la mirada hacia el continente. Recuperar a poetas como Alfonsina Storni y Ana María Rodas en Brasil me parece fundamental.

LC: Antes de estudiar a Alfonsina, realizaste traducciones y una biografía de Horacio Quiroga, ¿qué encontrás en estos autores argentinos?, ¿qué es lo que te lleva o atrae hacia ellos?

WAB: Mi carrera en la Universidad fue Letras y en la USP hay una fuerte presencia de docentes de Argentina, así que los fui descubriendo a la literatura rioplatense con interés. Horacio Quiroga era muy muy poco estudiado por acá y aún poco traducido. Me atrapó su poder de síntesis, su capacidad de trabajar con las situaciones-límite: locura, pasión, muerte. Por Quiroga llegué a Alfonsina, ese universo singularísimo y sin ningún libro traducido en Brasil.

LC: Hacés hincapié -además de la condición de mujer y de clase obrera- en la condición migrante de Alfonsina y te hacés la pregunta: ¿cuál es el país de Alfonsina? Podrías contarnos más acerca del porqué de esa pregunta.

WAB: Se toma por obvio que Alfonsina es una poeta argentina. Sin embargo, creo que hay que interrogar algo ahí. La pregunta por la tierra de alguien es una pregunta productiva para un ensayo biográfico. Alfonsina además de suiza, es hija de suizos del cantón Ticino, su lengua materna no es el castellano, sino el italiano, de su madre aprende el francés, el gusto por la representación teatral, y tiene mucho estímulo para seguir en el mundo de las artes. Esa no era necesariamente la trayectoria de una chica argentina de su época. Pensemos en la trayectoria de Victoria Ocampo, hija de la tierra (y de los colonizadores españoles), nacida en la mismísima época de Alfonsina: según la biografía de Laura Ayerza de Castilho & Odile Felgine (1991), quiso ser actriz de teatro y no pudo, quiso escribir más artículos en la prensa y no pudo, todo por su género y su clase. Alfonsina a los 16 tuvo la autorización de su madre viuda para recorrer el país con la Compañía Teatral de José Tallaví. Ser artista siempre fue una posibilidad para Alfonsina, porque venía de una familia ilustrada: trato de mostrar el cruce singular que ocurre en su caso –riqueza cultural y carencia material– eso que le permitió sobrellevar los prejuicios de su época. Alfonsina manejaba otros códigos.

LC: ¿Creés que esta condición extranjerizante influyó en su recepción? ¿Cómo?

WAB: Pienso más bien en la condición de extranjería de las escritoras y de los escritores singulares. Pienso en Deleuze y Guattarri hablando de una literatura menor, de la condición de extranjerización de la lengua. Alfonsina no forma parte del mundo porteño, no forma una familia burguesa, es madre soltera, es poeta; es una mujer anfibia, que puede contar con el apoyo de editores como Manuel Gálvez y Roberto Giusti, su red de apoyo editorial, pero sus amigos íntimos son otros: los artistas del grupo Anaconda, lleno de raros y con algunos extranjeros, como Horacio Quiroga -uruguayo- y Berta Singermann -rusa-. Los códigos sociales, los códigos de la lengua, Alfonsina los conoce bien, pero los utiliza a su favor y pasa para el otro lado.

LC: Juana de Ibarbourou en Uruguay, Gabriela Mistral en Chile, ¿existió en Brasil alguna poeta como Alfonsina?

WAB: Mencioné líneas arriba a Gilka Machado. Creo que es la poeta contemporánea de Storni con una poética muy singular y que plantea las implicaciones de ser mujer en su tiempo. Tendría que estar traducida en Argentina.

LC: Para realizar este trabajo, obtuviste una beca que te permitió viajar a Suiza a recuperar información poco conocida de su pasado familiar. Y actualmente planeás escribir una biografía más extensa de la autora, ¿Cómo se complementa la tarea del traductor con la del biógrafo? ¿Qué aparece en ese entre biografía y obra?

WAB: Creo mucho en lo que plantean Haroldo de Campos y Augusto de Campos, los grandes líderes de la poesía concreta en Brasil: hay que crear una tradición constelar, más allá de las limitaciones de lo nacional. Me parece fundamental en ese proceso de recuperación de una escritora o escritor extranjero, ofrecer al público lector no solamente la obra bien traducida sino también condiciones de comprender en qué red de relaciones se constituye dicha obra. La biografía es un género que permite operar bajo esa clave. Hacer traducción y biografía es un modo de permitir que aquella escritura hable en otro idioma y que se pueda hacer comprender en sus marcos históricos y espaciales.

LC: ¿Querés contarnos más acerca de ese proyecto?

WAB: Es un proyecto aún en construcción. De momento, acabo de cerrar la biografía de Horacio Quiroga, que se publica próximamente por LOM, en Chile e Iluminuras, en Brasil. Fue una biografía narrativa, en la que pude recuperar su relación con Brasil y algunos documentos desconocidos. En relación a Alfonsina Storni, ando leyendo más material, investigando hemerotecas, todavía no me puse a escribir.

LC: Por último, ¿podrías elegir dos poemas de Alfonsina para cerrar?

WAB: Me parece más interesante que vos los elijas. ¡Gracias por la entrevista!

LC: Entonces elijo yo, y cito un poco más que dos poemas:

 

de IRREMEDIABLEMENTE (1919)

 

Um Sol

Meu coração é feito um deus sem língua,

Mudo à espera de um milagre,

Amei demais — todo amor foi magro, covarde.

Todo amor foi tarde e à míngua.

Amei até chorar, até morrer,

até odiar e transbordar loucura,

Mas espero ainda segura

Um outro a me redimir de mim.

Amor que frutifique meu deserto

Me faça brotar ramas sensitivas;

Sou uma selva de raízes vivas,

e sou também folhagem morta, inquieta.

Onde está quem meu desejo alenta?

Murchou-lhe aos olhos a ramagem minha?

Vulgar estorvo, pálida folhagem,

Diverso do tronco onde a seiva singra.

Onde está o espírito sombrio

no recôndito insabido do broto.

Se meus mundos com seu amor inflama

serei incontível como leito em chama.

Onde está aquele que com seu amor me envolve?

Há de trazer sua grande verdade sabida...

Gelo e gelo recolhi na vida:

eu quero um sol que me dissolva

 

Un Sol

Mi corazón es como un dios sin lengua,

Mudo se está a la espera del milagro,

He amado mucho, todo amor fue magro,

Que todo amor lo conocí con mengua.

He amado hasta llorar, hasta morirme.

Amé hasta odiar, amé hasta la locura,

Pero yo espero algún amor-natura

Capaz de renovarme y redimirme.

Amor que fructifique mi desierto

Y me haga brotar ramas sensitivas,

Soy una selva de raíces vivas,

Sólo el follaje suele estarse muerto.

¿En dónde está quien mi deseo alienta?

¿Me empobreció a sus ojos el ramaje?

Vulgar estorbo, pálido follaje,

Distinto al tronco fiel que lo alimenta.

¿En dónde está el espíritu sombrío

De cuya opacidad brote la llama?

Ah, si mis mundos con su amor inflama

Yo seré incontenible como un río.

¿En dónde está el que con su amor me envuelva?

Ha de traer su gran verdad sabida…

Hielo y más hielo recogí en la vida:

Yo necesito un sol que me disuelva.

 

Homenzinho miúdo

Homenzinho miúdo, homenzinho miúdo,

Solta o seu canarinho que ele quer voar...

Eu sou o canarinho, homenzinho miúdo,

Me deixa pular.

Estive na sua gaiolinha, homenzinho miúdo,

Homenzinho miúdo, mas que gaiola você me dá,

Digo miúdo porque você não me entende,

Nem nunca me entenderá.

Nem eu também lhe entendo, mas enquanto isso

Abre logo esta gaiola, que eu quero escapar;

Homenzinho miúdo, eu te amei por meia hora,

Não me peça mais.

 

 

Hombre pequeñito

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,

Suelta a tu canario que quiere volar...

Yo soy el canario, hombre pequeñito,

Déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,

Hombre pequeñito que jaula me das.

Digo pequeñito porque no me entiendes,

Ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto

Ábreme la jaula que quiero escapar;

Hombre pequeñito, te amé media hora,

No me pidas más.

 

 

de OCRE (1925):

Feminina

Baudelaire, eu me lembro de suas Flores do mal

em que você fala de uma horrível e perversa judia,

talvez como o corpo das serpentes, fria,

em lágrimas indouta e em ser pérfida genial.

Mas ao lado dela, você não era pobre, Baudelaire:

de suas formas vendidas, e de sua cabeleira

e de suas ondulantes carícias de pantera,

homem ao fim, você conseguia um pouco de prazer.

Mas eu, feminina, Baudelaire, o que eu faço

deste homem calmo e turvo como um gélido lago,

obscuro de ambições e ébrio de vaidade,

em cujo parco peito salobro não conseguiram

nem meu cálido alento, nem meu beijo rendido,

fazer brotar um pouco de generosidade?

 

 

Femenina

Baudelaire: yo me acuerdo de tus Flores del mal

En que hablas de una horrible y perversa judía

Acaso como el cuerpo de las serpientes fría,

En lágrimas indocta, y en el daño genial.

Pero a su lado no eras tan pobre, Baudelaire:

De sus formas vendidas, y de su cabellera

Y de sus ondulantes caricias de pantera,

Hombre al cabo, lograbas un poco de placer.

Pero yo, femenina, Baudelaire, ¿qué me hago

De este hombre calmo y prieto como un gélido lago,

Oscuro de ambiciones y ebrio de vanidad,

En cuyo enjuto pecho salino no han podido

Ni mi cálido aliento, ni mi beso rendido,

Hacer brotar un poco de generosidad?

 

de POEMAS DE AMOR (1926):

 

XVIII

Você, o passante, me disse: essa não sabe amar.

Foi você quem não soube despertar em mim o amor.

Amo melhor que os que melhor amaram.

 

XVIII

Tú el que pasas, tú dijiste: esa no sabe amar.

Eras tú el que no sabías despertar mi amor.

Amo mejor que los que mejor amaron.

 

 

POEMAS NO PUBLICADOS EN LIBRO:

 

Escrevo…

Escrevo aos trinta anos este livro diverso

com sangue de minhas veias, segundo a frase antiga.

Para quê? Não me interessa. Minha mão se aconselha,

talvez, com um desejo destruidor e perverso:

O de cravar a cada instante no pomo-universo

de minha alma e carne, a espora da abelha,

para forçá-la a soltar, briosamente, sua queixa,

e agarrá-la no círculo guloso do meu verso.

Veja minha bela pessoa estirada sobre a mesa.

Quando exausta, fadigada, não se move e já não fala,

pois verteu meu peito todo o caldo que trazia;

Com amor, que é crueldade, brutalmente animo,

incito, firo, violento e exprimo a alma minha

para que então emita o ai final de sua agonia.

[1925]

 

 

Escribo...

Escribo a los treinta años este libro diverso

Con sangre de mis venas, según la frase vieja.

¿Para qué? No investigo. Mi mano se aconseja,

Acaso, de un deseo destructor y perverso:

El de hundir cada instante, en el pomo-universo

De mi alma y carne, la espuela de la abeja,

Para urgirla a que suelte, briosamente, su queja,

Y ceñirla en el aro goloso de mi verso.

Ved mi bella persona distendida en la tabla.

Cuando exhausta, agotada, ni se mueve, ni habla,

Pues cedió ya mi pecho cuanto zumo tenía;

Con amor, que es encono, brutalmente la animo,

La acicato, la hiero, la violento, la exprimo,

Para que dé, el ronquido final de la agonía.

[1925]

 

 

 

Sobre el Traductor:

Wilson Alves-Bezerra (São Paulo, 1977) es escritor, traductor, crítico literario y profesor de literatura en Brasil. Tiene doctorado en la Univ do Estado do Rio de Janeiro, en literatura comparada y maestría en la Univ. de S. Paulo, en lengua española y literaturas española e hispanoamericana. En Brasil, publicó los ensayos: Reverberações da fronteira em Horacio Quiroga (Humanitas/FAPESP, 2008), Da clínica do desejo a sua escrita (Mercado de Letras/FAPESP, 2012) y Páginas latino-americanas – resenhas literárias (2009-2015) (EDUFSCar / Oficina Raquel, 2016); y las siguientes obras literarias: Histórias zoófilas e outras atrocidades (cuentos, EDUFSCar / Oitava Rima, 2013), Vertigens (poemas en prosa, Iluminuras, 2015, galardonado con el Prêmio Jabuti 2016), O Pau do Brasil (poemas en prosa, Urutau, 2016-2020, cinco ediciones) y Malangue Malanga (poemas, Multinacional Cartonera, 2019). Tiene libros publicados en Portugal - Exílio aos olhos, exílio às línguas (Oca, 2017) –, Chile – Historias zoofilas y otras atrocidades (LOM, 2018) y Colombia el poemario – Catecismo Salvaje (El Taller Blanco Ediciones, trad. Jesús Montoya). Tradujo al portugués autores hispanoamericanos como Horacio Quiroga (Contos da Selva, Cartas de um caçador, Contos de amor de loucura e de morte, todos por Iluminuras), Luis Gusmán (Pele e Osso, Os Outros, Hotel Éden, todos por Iluminuras) y Alfonsina Storni (Sou uma selva de raíces vivas, Iluminuras, 2020, con apoyo de una Beca Looren / Fundación Pro Helvetia). Su traducción de Pele e Osso, de Luis Gusmán, quedó finalista en el Prêmio Jabuti 2010, en la categoría Mejor traducción literaria español-portugués. Es docente del Departamento de Letras de la Universidad Federal de São Carlos, donde actúa en las carreras de grado y posgrado. Actualmente es director de la editorial universitaria EDUFSCar.

 

(Actualización abril – mayo 2021/ BazarAmericano)




9 de julio 5769 - Mar del Plata - Buenos Aires
ISSN 2314-1646