diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90
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Una vez en dk.
Noche fría en Frederiksberg. Llego a la estación, camino, veo un Gran Hall, pero no es ahí, sigo las indicaciones –ya no serán países: serán denominados áreas, o zonas, por ejemplo la zona de Italia, los ítalos.
El lugar se va llenando, está la gente del ambiente, cerca de los periodistas, me quedo en la primera fila, me sacan fotos, estoy junto a campeones, modelos, seguidores del boxeo –eran tiempos diferentes, raros, de pronto tantos argentinos por acá.
Pelea Brenda Carabajal, de Argentina, defiende su título frente a H. –el mundo será de los solitarios, la exposición de Leonard Cohen, llena, pedían que no vaya gente en horarios picos, meses antes.
En el año 2013 en la televisión, de seis canales de deportes, en cuatro había boxeo, o parecidos, etcétera. Los mozos excitados, votantes de Macri, miraban como diciendo eso lo podría hacer con este cliente, digamos. Iba en los colectivos y en los televisores de los bares, sábado a la noche, boxeo.
En las letras, el norteamericano Hemingway es reconocido por practicarlo y llevar a sus amigos a tirar unos golpes. En la movida estaban todos los expatriados haciendo lo habitual en los grupos literarios, tomando alcohol, bardeando, buscando el origen de las especies.
Comenzaron las peleas. El primero entra rabioso a demostrar y comerse el escenario. Los pingos se ven en la cancha. El rabioso sale herido. La madre árabe con la burka sube al ring a ver cómo quedó su hijo –soy una indígena de la aldea global, no estoy seguro de que la denominó así, pero así dijo la conductora nacida en Venezuela, pero con vida en toda la zona caribe. Cruzar las fronteras debería ser más fácil. Las economías más realistas, re que te pos humanas.
En las ocho peleas no hubo knock out. Los puntos favorecieron a los más fuertes, no así a los más elegantes, y ganaron los locales, que se batían con ucranianos, montenegrinos, y argentinos.
Los boxeadores argentinos, de belleza argentina, limpios y elegantes y sin tatuajes, limpios celestes y blancos, demostraron finura, rudeza, atrevimientos, haciendo saber que en cualquier momento estallan, llegan a la gloria, pero ya tan jovencitos, peleando tan lejos, por eso se le dice campeones a los boxeadores, porque conocen la gloria y sus consecuencias –conocían.
Los entrenadores eslavos tenían sus caras de actores que podrían representar la escena.
Llega la pelea final. Entra la boxeadora danesa.
Pausa, empieza a sonar Un ángel para tu soledad, de los Redondos de Ricota. Luces rojas, humo. Las cámaras. Suena el himno nacional argentino, agresivo, bello, calificado por el músico argentino Charly García como el más bello de los himnos. El himno danés tiene arreglos clásicos, y comienzan a cantarlo al toque.
No sé si había más argentinos que yo y el equipo de trabajo de BC, aunque la ciudad estaba llena de argentinos que venían a trabajar por un año. En los cargos de poder de las empresas danesas, en general, solo he visto apellidos de origen vikingos, generalmente.
No hubo knock out. La boxeadora danesa salió a buscarla y estaba firme en su cadera y cuello, y tiraba constante sus golpes. BC, la argentina, tiraba, era rápida, y le dio varios golpes secos, directos, pero quizá en doce rounds, el evento solo era de diez rounds.
El cuerpo es materia controlada, por su piel, la belleza que nos cubre, adentro se mueven sus componentes, y al golpe o intervención de lo ajeno en él, esa bolsa se modifica, se amorotona etc, la materia queda así, la sangre a veces debe salir –también están los virus. Burroughs.
Una hermosa mujer morocha y alta, un encorvado hombre experimentado –que imperativamente direcciona– la campeona mundial Tigresa Acuña –eran el team: Argentina en acción.
Así, cada actor representa a su nacionalidad, y los estereotipos de esas nacionalidades.
Ganó la danesa por puntos.
Los boxeadores, después del show violento previo y que funciona hasta el último momento de la pelea, al final se saludan.
Uno, otro que perdía su cinturón, cuando ve que el otro lo tenía mal puesto, se lo acomoda como diciendo te queda bien, a ver, sí, está bien.
Otros parecían amigos, padres. Los equipos se alentaban. Caras arrugadas, cicatrices en las caras.
La luz en las arrugas, las modelos con sus parejas.
Los mejores son los que al perder, saludan al adversario sinceramente.
Así eran los espectáculos deportivos cerca del año 2020.
Después apareció un virus que me hizo pensar que muchas cosas, Dios no quiera, podrían cambiar.
¿Sabías que Brenda Carabajal proviene de la misma zona en donde nacieron Ariel Burrito Ortega y Cazzu?
(Actualización marzo-abril 2020/ BazarAmericano)