diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90
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Corre viento, hace frio. Nieva en pascua, noticia del lugar.
¿Pero la reflexión y la poesía sobre una zona que más pueden ofrecernos? Pensamientos, palabras, una metáfora no traducida que nos dice, nos ayuda.
Ropa tirada en las calles. Un equilibrio en base a explotación, discriminación, protección, como allá pobres en las quemas del Tucumán, incorformismo, desigualdad.
Caminamos para la estación de Norreport. Voy bajando las escaleras para tomar el tren; tres pisos, construcciones de 2002. Suben y bajan las escaleras, rectángulos en donde las cabecitas caminan a sus trabajos, etc. Creo que nos engañaron, creo que en esta existencia no voy a ver el sistema ferroviario funcionando en Argentina, sin milagros, tengo la edad de Dante frente a las tres bestias.
Guiño mágico cambia el destino para algo mejor.
Si el sol en la piedra arde, la nieve está y desaparece.
Recuerdo cómo las plantas se quemaban por sol, incluso. Pero también recuerdo la lluvia y entendía por qué había comunas que vivían sobre lagos, húmedos sapos, también recuerdo la lluvia y de pronto nada, el sol, era verano.
Así como sobreviviremos en Marte o miércoles, o en una cápsula de vida en el desierto, fuertes, llegamos a Valby. No conozco a nadie y estoy solo, así que voy a lugares públicos, grandes construcciones.
Siempre están construyendo, restaurando. Cruzan personas que se parecen a personas que conocí, es muy lindo, algunos ya no están pero veo que sí. Uno me dice que los últimos cinco meses fueron fríos, que si los pasaste ya eres danés, es un chiste, claro, nos reímos, pienso yo soy argentino, viva Perón y mi libertad.
Hubo un día de sol y todos salieron a hacer lo que no se pudo, en las caras como en la mia vaya uno a saber qué secreto. Siempre uno puede buscar mejores lugares para vivir. En este caso acá se quedaron, inventaron lo que otros también -todavía hay mucho por inventar, se miden.
Como en el vaticano al Papa y a la derecha algunos, rinden pleitesía a la Reina y si en el discurso de noche buena dice que hay que usar patillas y chalecos de cuero probablemente alguno lo haría pero no es de extrañar si la raza humana idolatra y después castiga a lo que se reproduce con ahínco.
Llega la primavera. Las bodegas abren sus puertas, salen los fantasmas, las respiraciones de aquella buena noche de invierno en donde casi. Las bodegas son los pubs, cajas con olor a cigarrillo que queda impregnado en los huesos por varios días, con parroquianos sentados desde la época del autor de La sirenita. Distribuidos por toda la ciudad, espacio vital, cómo no, para que los trabajadores tomen su cerveza del final del día trabajo, para sentir la vibración humana en el invierno de esta puna capitalista.
Entre el futuro y las referencias, comparo, el país más feliz del mundo porque simple, hay dinero= tiempo, y en lo escrito lo ya escrito, cuál escritura se parece a tal escuela, la cara de los poetas, su origen social, se repiten.
Qué es ser un vagabundo, viajar, tener dos pesos. Dont work, no money, dijo uno en París. La calidad de vida depende del lugar en donde vivís, dijo Penny Arcade, y ejemplificó con NY y Berlín. Agrego General Mosconi.
Es fácil alienarse, viene de afuera, triste destino humano.
Caminar caíman es consumir, o no, esa es la cuestión.
Es extraño esto, como pasa la vida. Un aprendizaje, algo nuevo que no sabíamos. Y un cuerpo en el universo, así, con su materia, huesos, sangre. Algo profundo que si busco su origen en mi propia vida no se entiende, justifica esto ¿de dónde viene?
Estar tan lejos.
¿Pero de dónde?
(Actualización mayo – junio 2018/ BazarAmericano)