Hay ciudades que no sabemos por qué existen. Personas aglomeradas. Las ciudades inservibles podrían ser todas, sin embargo hay históricas y memorables, lugares que toman tu vida.

Se puede hablar de ellas cuando uno está de paseo, siendo un observador, un afincado que las dice sorprendido ante semejante locura humana. Se puede no decir nada, ser de sus habitantes que  nada podrían decir o escribir. Sin embargo es habitual que cada poblado tenga su poeta.

Estoy parado cerca del Trópico de Capricornio, en la línea que cruza x con x.

Una papa dentro de una bolsa de papas, dice G.

En San Salvador de Jujuy se puede ver su plaza. La casa de gobierno con estilo francés. Visitar bibliotecas y museos. El parque San Martín. Es un valle, dos ríos rodean el centro. Por sus puentes se va hacia los barrios.

Una ciudad latinoamericana en los andes, por sus barrios se llega a lo profundo de sus raíces. Mezcla generosa.

Se escucha cumbia y regeton y se disfruta mucho en las épocas del carnaval. Todo el mundo intenta salir  y divertirse, ponerse loco.

Siempre hay conflictos sociales porque la política y la economía molestan a la vida diaria del jujeño televisivamente pendiente de la capital, la Perla del Plata.

Desde acá se puede ver hacia el sur. Bajando por Salta sus poetas místicos de viñedos, en Tucumán, su universidad en donde tocó Luis Amstrong. En Santiago la chacarera tiene la magia que la mantiene en pie. El salar de Zelarayan, que no es el de Susques, en Córdoba: el cuarteto y el fernet.

Acá los coyas, los indios, los indígenas y los árabes, italianos y españoles entre otros que dijeron bueno, hasta acá llegamos, más al norte sigue Bolivia en donde hay un evidente cambio natural en una línea habitualmente marcada por un río o como la línea cartográfíca marcada en el papel en donde, chan, paisaje y gente cambia.

Quisiera ser un viajero que ve la vieja terminal de Jujuy, la de Groppa,  pintoresca, pero ahora ya ni la Terminal está en su lugar.

En el Carnaval del año 2016. Mauricio Macri llega a Purmamarca en una fecha muy cara a los pobladores de la zona. En el pueblo lo esperan con carteles que dicen: Basta de despidos. Tu alegría no es la nuestra.

Pero ahora vamos a hablar de ella.

Sala, Milagro Sala.

(Actualización marzo – abril 2016/ BazarAmericano)