Rakosi: El simbolismo, por supuesto, contrasta más con el objetivismo que con el imagismo. A mí me parece que la cuestión del simbolismo pasa por un estado de emoción poética y que la intención es reproducirlo. Realmente no importaba mucho con qué había uno comenzado –si una flor o la luna. El poeta estaba concentrado en su propio sentimiento. Y el simbolismo es sin duda conveniente para eso, aunque la mira es estrecha.
Dembo: ¿Un estado emocional alejado del objeto en sí mismo?
Rakosi: Simplemente el propio estado emocional del poeta. Un poeta que no se preocupaba realmente mucho por la luna, o por la flor, por la figura, por el carácter real de la flor... un objeto para él era simplemente una ocasión para proyectar su emoción.

Carl Rakosi
“The ‘Objetivist’ Poets. Four Interviews”, en Contemporary Literature X, 1969. Trad. SR

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`Un Objetivo (Optica) –El lente que atrae los rayos de un objeto a un foco. Aquello a lo que se tiende. (Uso extensivo a la poesía). –Deseo por lo que es objetivamente perfecto; en forma intrincada, la dirección de los particulares históricos y contemporáneos.´
Se entiende que los particulares históricos y contemporáneos pueden significar tanto una cosa o cosas como un evento o una cadena de eventos: i.e, una botella egipcia de vidrio en forma de pez u hojas de roble, tanto como la ejecución de “La Pasión de San Mateo” de Bach y la aparición de plantas metalúrgicas en Siberia.

Zukofsky, Louis
“An Objective” [re-escritura de la nota publicada en Poetry, febrero 1931]
en Prepositions + The collected critical essays, Wesleyan University Press, Hanover and London, 2000. Trad. SR

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Mi intención es penetrar lo particular
el modo en que el buho espera
a la rata canguro
y la fotomicrografía
observa
el papo piloso
de un diente de león

Carl Rakosi
“I mean to penetrate the particular”, en The Collected Poems of Carl Rakosi, The National Poetry Foundation, Orono, 1986.

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OBJETIVISMO. Término utilizado para describir un modo de escritura, particularmente de la escritura en verso. Reconoce en el poema un objeto a ser considerado como tal. El Objetivismo entiende el poema con un ojo especialmente atento a su aspecto estructural: cómo ha sido construido. El término tuvo su origen en 1931 cuando un pequeño grupo de poetas, mediante su auto-denominación “Los Objetivistas”, comenzó a presentar su trabajo: George Oppen, Louis Zukofsky, Charles Reznikoff, Lorine Niedecker y William Carlos Williams. Publicaron varios libros en forma individual; en conjunto, An Objetivists Anthology en 1932. El movimiento nunca gozó de amplia aceptación y fue pronto abandonado. Surgió como derivación del imagismo, escuela que los Objetivistas consideraban insuficientemente específica, y se aplicó a cualquier tipo de imagen que se pudiera concebir. El Objetivismo se restringió a un tipo de imagen más particularizada en su foco y más extensa en su significado potencial. La mente --ya no el ojo por sí mismo—hizo su entrada en escena.

William Carlos Williams
en Preminger, Alex (ed.), “Princeton Encyclopedia of Poetry and Poetics”,
enlarged edition, Princeton University Press, New Jersey, 1974. Trad. SR

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No hay mayor órgano que el ojo, pero el poema puede usar sólo una parte de él, luego de lo cual, cuanto más visual un poema, más desolado e irreal se vuelve, al punto que uno siente deseos de vomitar y exclama con cada uno de sus huesos: “¿No tiene el hombre también un oído y un corazón?”

Carl Rakosi
“The Collected Prose of Carl Rakosi”, The National Poetry Foundation,
Orono, 1983. Trad. SR