Galería de: Leila Tschopp
Nació en Buenos Aires –ciudad en donde vive y trabaja– en 1978. Ha sido becada por el Fondo Nacional de las Artes (2008), el Fondo Metropolitano de Buenos Aires (2012) y la Pollock-Krasner Foundation (2012). En 2014 obtuvo el segundo premio en el Salón Nacional de Pintura.
Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, entre las que destacamos:
El Teatro de la Pintura, MAMBA, Buenos Aires (2014); Geometría al límite, MACBA, Buenos Aires (2013); About Change, World Bank, Washington (2011); Beyond Desire, ACC Galerie, Weimar, Alemania (2011); PintorAs, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, Argentina (2010).
Entre sus últimas muestras individuales se encuentran: La Persistencia, Galería Diagrama, México D.F. (2014); Diagrama #1: Movimientos Dominantes, Centro Cultural Haroldo Conti, Bs As (2013); El Salto, Galería Transversal, San Pablo, Brasil (2012); Modelos Ideales, Galería 713, Buenos Aires (2011).
Su obra forma parte de la Colección Museo Castagnino+MACRO, Rosario, Argentina; Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires MACBA; del Goethe Institut de Lisboa, Portugal; World Bank, Washington, EEUU y Banco Central de la República Argentina.
Ha sido incluida en la publicación 100 Painters of Tomorrow, Thames & Hudson, Londres, 2014.
-----------
La obra de Leila Tschopp se despliega (y se pliega) en el espacio y en el tiempo. Su proceso básico es el montaje. Montaje de espacios virtuales y reales que constituyen bellas y desconcertantes instalaciones en la que no hay personajes, excepto el espectador, que se encuentra de esa manera habitando la pintura. Montaje de géneros, donde confluyen la pintura de caballete, la pintura mural y la escenografía junto a formas artísticas abandonadas por la modernidad, como el diorama y el panorama. Montaje de tiempo (y espacios) en el que resuenan las arquitecturas casi oníricas que pueblan las pinturas de artistas del Trecento como Giotto y Simone Martini (ver, por ejemplo, el fondo del maravilloso fresco Milagro de San Silvestre, de Maso di Banco). También hay referencias a la arquitectura racionalista y, por supuesto, a la pittura metafísica de De Chirico, junto con alusiones a, entre otros, los desolados espacios suburbanos de Onofrio Pacenza, las misteriosas construcciones poliédricas de Roberto Aisemberg y las terrazas de Lino Enea Spilimbergo…
En sus últimas instalaciones –a partir de 2012– hay menos superposición de obras en el espacio, pero las citas, a veces casi secretas, se diversifican: Diego Rivera, Siqueiros, Oskar Schlemmer, Malevich, María Martorell…
El resultado son ambientes inquietantes, temporales instalaciones site specific, donde se configuran sorprendentes armonías visuales y donde el pasado y el futuro se encabalgan. En ellos el espectador puede –citamos a la artista– “reconocer, como en el teatro, que algo es real y no real al mismo tiempo”.