diciembre-enero 2023, AÑO 22, Nº 90

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Colaboran en este número

Matías Moscardi
/  Osvaldo Aguirre

Carlos Ríos
/  Ana Porrúa

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Julio Schvartzman
/  Federico Leguizamón

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Diseño

Federico Leguizamón

Salgo a caminar
Embalo mi biblioteca

  Embalo mi biblioteca. No. Parafraseando a Benjamin, los libros como intérpretes del destino.

  Oh Jujuy, mi pueblo, el pueblo en donde nací, por donde en las noches de invierno andino camino recorriendo sus calles desiertas, buscando un refugio, algún bar abierto, el lugar en donde la bohemia, la alegría o la soledad, vivan. O en donde al compás del reggeatón se agite el deseo y al ritmo del pin pin la alegría y la unión.

  Circundo, vivo en sus calles rotas, nos rodean los cerros y allá, por la mañana, el Chañi será en esa hora el celeste que acompaña y observa. De su peor parte, los dirigentes de la política que interrumpen los sueños paisanos. El estudio de la corrupción podría ser armar el árbol genealógico de estos especímenes para saber por qué deciden estar ahí, para qué.

  En estas palabras siempre volveré en algún momento como ahora al lugar en donde nací.

  De su literatura ya dijimos. La Escuela Jujeña de Poesía sería la que cultiva el poema corto -Gelman, Pizarnik, Ernesto Aguirre, Estela Mamaní, los silencios de la última dictadura militar- que sumada a la idea de tradición y vanguardia -Groppa propone la nota, el poema largo, el catálogo babilónico, el concepto- se acopla al escritor de un solo libro que se expresa entre lo gaucho y la SADE. 

  Pero no hablamos de las nuevas generaciones, año 2017. Quedamos sin maestros, acéfalos, algunos están encerrados en sueños y locuras. Las nuevas generaciones ya se las arreglarán o ¿irá despareciendo la palabra escrita en papel?

  Meliza Ortiz, Paula Soruco, Bahil Chaer, Ezequiel Villarroel, Pablo Espinoza y muchos más, claro, en la poesía. Santiago Fenoglio, Martín Goitea, Agustín Guerrero y otros, por supuesto, en narrativa. Después vendrán nuevas vidas, esa será otra historia. El otro día, ya al amanecer, nos cruzamos en los bares de la rivera con los nuevos artistas de las montañas.

  Seguirá su vida el pueblo. Lo recordaré buscando la excelencia; un recuerdo es una ilusión, un sueño personal. Y el territorio se abre y se extiende.

  Y sí, que sea la vida, todo va a seguir siendo.

  Y en mi pueblo estaré siempre, todas las noches caminándolo, y aunque fui golpeado y vi las estrellas en mi propio barrio, me alejo y trato de entender la relación: pobreza, droga, violencia. 

  Viejo y lejano Jujuy, hoy te recuerdo mientras te escribo acá, en esta tierra de Villa Jardín de Reyes. Mi pueblo, lugar en donde nací; barrios bajos, del trabajo pocos son los que van a zafar, dice Pity; es una ciudad de administrativos, me dijo aquel bardo oriental.

  Argentina, su nombre quiere decir estrella que cae, ah, no, ese era Maimará. Mientras un joven me dicta una línea, otro me clava el sable mientras me dice lo que viene. Y en la vida acá en el sur, espacio de sombras, se escucha de pronto un ¡ea! aquí me pongo a cantar.

  Veo los cerros casi celestes, un leve relieve del cielo de julio. No los vi por las nubes, los vi oscuros, nevados, respirando, frescos. Aves carroñeras, loraje apátrida, tucanes e incluso un flamenco hacia el sur en un cielo rosado, aquella vez. La luz de montaña no tiene el descansar lento que sucede en la pampa y junto al mar. La bosta de los perros, la excitación de la amistad. Las orillas de los ríos y la soledad, el desierto en las noches de invierno, sin lugar a donde ir, y la soledad.

  Jujuy, cuántos amigos, ¡héroes!, también perdidos. Soledad, escritura y exilio. Rueda vida.

  Cómo me gustaría estar con ellos, compartir esta canción, circular las calles, volver atrás, haber vivido.

  Me voy. Me siento en el éxodo, soy uno más, me emociono, lloro y vuelvo. NG, siempre ahí, no para acabarlo pero atentos, nombra a un dirigente menor e insistente de los noventa que nadie recuerda, al final nombre del tiempo. Lo cotidiano será eso en el dialogo con nuevos protagonistas y “no sé qué pasa en esta ciudad”.

  No pienso en la decadencia, estoy con los que en pueblos lejanos escriben las palabras del futuro.

  ¿Será de los artistas un devenir hacia lo vacuo? No. ¿Qué será de nuestro futuro? ¿Un nuevo Potosí por el litio? ¡No! ¿Y las lavanderas del río chico? ¿Presidentes danzantes? Futuro ¡Argentina! estado en el que nací, ¡bien al sur! en su frontera norte, Xuxuy, sí, acá me pongo a cantar.

 

(Actualización septiembre – octubre 2017/ BazarAmericano)

 

 




9 de julio 5769 - Mar del Plata - Buenos Aires
ISSN 2314-1646